La armadura medieval más conocida, formada de placas de acero o hierro, unidas entre sí con ganchos, tuercas, aldabillas y clavos sujetas al guerrero mediante correas y hebillas, empezó a usarse en Europa, tanto de infantería como ecuestre, en el siglo XIV y alcanzó toda perfección a fines del XV transformándose a mediados del siglo XVI en una vestidura de gala para el guerrero, adornada y embellecida con los primores del arte escultórico y de las industrias metálicas. Decayó notablemente en el siglo XVII a medida que se perfeccionaban las armas de fuego y desde el siglo XVIII ya no se utiliza más que como ornamento inigualable de castillos, palacios, museos, y todo aquel lugar que quiera incorporar a sus estancias un bonito recuerdo histórico.
• Altura: 200 cm
• Grabado especial al ácido
• Decorada a mano acabado oro
• Faldón rojo
• Base de Madera